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La flamante Comisión van der Leyen entra con ímpetu en el Ejecutivo y nos anuncia para este fin de año y los primeros meses de 2020 no pocas novedades legislativas en materia de sostenibilidad y clima.

De las filtraciones de documentos en preparación se sabe que dos piezas clave del documento programático de van der Leyen – el Green Deal y el Sustainable Food Systems- from farm to fork- pretenden ser un revulsivo para un nuevo modelo agroalimentario europeo :

  • Economía libre de carbono al 2050,
  • Reducción de un 50% de los GEI en 2030,
  • Reforzar el paquete de Economía Circular,
  • Objetivos concretos de reducción de desperdicio alimentario,
  • Revisión de la legislación de residuos de envases , de pesticidas, agua,
  • Un nuevo sistema de información al consumidor ( etiquetado), …

El imperativo de la sostenibilidad y el clima se aceleran como motores del cambio y la actividad legislativa seguro que será muy importante en el próximo año.

Todo ello se complementa con más recursos financieros para la transición y un esfuerzo en materia de innovación – la gran palanca para conseguir los objetivos previstos-.

Nadie puede negar la necesidad de hacer un modelo más sostenible y circular, y que debe ser un esfuerzo de toda la sociedad el impulsar esta vía, pero sigo manteniendo algunas dudas respecto del proceso, la velocidad y sus efectos sobre la economía real – no olvidemos que nos encontramos en un impasse delicado a nivel nacional, europeo y global.

La primera inquietud viene del hecho de que todo lo que he leído como propuestas en curso y borradores no hablan casi nada de la economía productiva. Ni de competitividad. Ni de cómo las ventajas van a superar a los costes .No sería bueno dejarse llevar por la euforia y no hacer los números antes,…

En segundo lugar,  no comparto cierto dirigismo en los planteamientos y el tono apocalíptico de algunos mensajes. Me preocupa también que en el borrador del Farm to Fork se pretenda obligar a un % determinado de consumo de productos ecológicos, o que se nos diga ( entre otros muchos ) desde el panel IPPC que tenemos  que comer menos carne, o que como dice un reciente manifiesto – https://academic.oup.con/bioscience/advance-article/dio/10.1903/biosci/biz088/5610806- tengamos también que reducir la población del mundo por su efecto sobre el clima ( el manifiesto dice que lo firman 11000 científicos, pero en la lista que se adjunta no se yo si pueden calificarse como tales o más bien como expertos o profesionales…y no he visto 11000…).

Personalmente me producen cierta inquietud los “ vendedores de angustia”, porque no suelen aportar soluciones pero  acaban incidiendo en las Autoridades,  y estas a su vez lo pueden traducir  en acción  sin el necesario y preceptivo análisis.

 La prueba de fuego en todos estos casos es el aterrizaje: supongamos que hay que reducir el consumo de carne,..¿ como lo hacemos ? ¿ quien deja primero de hacerlo, los paises desarrollados o los emergentes ? Como se hará , ¿ prohibiendo, poniendo impuestos? ¿ que hacemos con un medio de vida que permite el progreso  social de millones de productores, industria, comercio,…? No sería mejor un análisis más profundo que lanzar un titular marketiniano, buscar alternativas, favorecer la investigación para aminorar los efectos negativos ?…

Ya porque no tengo edad, pero si tuviera 20 años me preocuparía saber que alguna instancia estuviera pensando en limitar mis posibilidades de ser padre…ahora que además, somos una sociedad envejecida y que no crece. Hablar de estas cosas ligeramente resta credibilidad , por mucho que el manifiesto lo publique Oxford Academics

La angustia es mala consejera – no te permite tomar las decisiones correctas – y aconsejo consultar la obra y vídeos de Hans Rosling o Steven Pinker , entre otros,  para ver que ni estamos tan mal ni hay que minusvalorar el  progreso.

Espero que en los debates que vienen en Bruselas haya tiempo y espacio para el análisis, la medición de efectos , el contrapeso de pros y contras …la cordura. Y que  podamos seguir siendo los líderes del cambio a nivel global.