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  • Política Agroalimentaria
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Últimamente parece que las autoridades están muy preocupadas por los modelos alimentarios. Alemania presento hace pocas semanas un trabajo en este sentido, en la UE no se habla de otra cosa últimamente, y hasta Naciones Unidas nos anuncia para septiembre una Cumbre sobre sistemas alimentarios, cuyos prolegómenos están teniendo lugar en Roma.

La última iniciativa en hacerse pública ha sido la Estrategia Nacional de Alimentacion del Reino Unido, de la que se hace un resumen en las líneas que siguen a esta introducción. Y la verdad es que da a pensar, y bastante.

Parece como si solo en el cambio del modelo alimentario estuviera la piedra filosofal de una sociedad mejor, y algo tendrá que ver lo que comemos, pero tampoco hay que llevarlo al paroxismo.

También es preocupante la existencia de una serie de lugares comunes, repetidos hasta la saciedad, porque al final son los que orientan la acción política en vez del análisis profundo y sosegado, 360 º (y no solo de lo que interese) de todos los pros y los contras, de lo deseable y lo realista.

Igualmente llamativo es el empecinamiento en prohibir, restringir y limitar algo tan natural y personal como es la alimentación, compleja mezcla de tradiciones, cultura, influencia familiar y social, además de salud. Poca educación y formación, mucha intervención.

Buen ejemplo de ello es el caso británico – muy en la línea anglosajona-, que a mi juicio yerra en este enfoque pero que tiene su interés por alumbrarse tras el Brexit y por algunas ideas novedosas – otras rancias, pero sofisticadas – que pueden marcar otros caminos.

Juzgue el lector por sí mismo, y como siempre, abierto al debate con quien quiera comentarlo.

Mientras tanto, feliz descanso y hasta la vuelta de vacaciones

 

         LA ESTRATEGIA NACIONAL DE ALIMENATION DE REINO UNIDO

 

Hace dos años el gobierno británico mandato a Henry Dimbelby, empresario del sector alimentario, para llevar a cabo una revisión independiente del modelo alimentario nacional.

Más de 300 organizaciones han sido consultadas, se han llevado a cabo diálogos con ciudadanos, ayuntamientos y representantes sociales, seminarios con jóvenes con la ayuda de la Food Foundation,…el pasado 15 de julio se presentó finalmente el informe    https://www.nationalfoodstrategy.org/wp-content/uploads/2021/07/National-Food-Strategy-The-Plan-1.pdf , que ahora deberá analizar el gobierno para plantear su concreción en un propuesta al Parlamento.

 

EL ANALISIS

 

El punto de partida está en línea con las grandes tendencias internacionales:

 

  • Lo que comemos y como lo producimos están haciendo un daño terrible al planeta y a nuestra salud; el sistema alimentario es el mayor contribuyente a la pérdida de biodiversidad, deforestación, sequia, contaminación del agua y el colapso de la vida marina, así como el segundo mayor contribuyente al cambio climático.
  • Nuestros hábitos alimentarios, la alimentación barata y altamente procesada suponen un peaje en términos de salud para el país; estamos en un círculo vicioso en el que los alimentos altos en grasas y azucares nos predisponen a su consumo, las empresas invierten en su desarrollo y comercialización y el consumidor se ve atrapado en una espiral de mayor consumo de los alimentos basura.
  • Es urgente el cambio, y más tras los efectos de la pandemia, lo que obliga a modificar el modelo agroalimentario británico para

 

+ Hacer una población sana y no enferma,

+ Conseguir un modelo resiliente que pueda amortizar los

 

 

shocks globales a los que se enfrenta el sistema alimentario,

+ Ayudar a restaurar a naturaleza y frenar el cambio climático

+ Alcanzar los estándares que la sociedad espera, en términos de salud, medio ambiente y bienestar animal.

 

Gráficamente, el objetivo final se expresa en esta figura que resume los cambios necesarios en la dieta británica en 2032 (base 2019) para poder alcanzar sus compromisos en materia de salud, clima y naturaleza:


LAS PROPUESTAS

 

El Informe propone 14 recomendaciones, bajo cuatro líneas de acción

 

  • Escapar del ciclo de la comida basura y proteger el sistema nacional de salud,
  • Reducir la desigualdad relacionada con la dieta,
  • Hacer el mejor uso de la tierra,
  • Crear un cambio a largo plazo en la cultura alimentaria.

 

De entre todas, destacan las siguientes:

 

  • Introducir un impuesto sobre el azúcar y la sal para incentivar la reformulación, usando parte de dichos ingresos para conseguir llevar frutas y vegetales frescos a familias sin recursos.

 

Se trataría de crear una tasa de 3 Libras por kg de azúcar y de 6 Libras por kg de sal para su uso industrial y en la restauración, como vía para incentivar la reformulación de alimentos o reducir las porciones. Se recaudarían según el modelo entre 2,9 y 3,4 mil millones de Libras para el Tesoro, el consumo calórico bajaría entre 18 y 35 calorías diarias, salvando entre 37.000 y 97.000 muertes prematuras.  Parte de la recaudación se destinaria a programas para familias con ingresos bajos e hijos, programas escolares de alimentación saludable, etc.

 

El propio informe aboga por un impuesto similar para la carne, pero reconocen que sería políticamente imposible por lo impopular de la misma. También reconoce que penalizaría a las rentas más bajas al imponerse sobre el precio y haría proporcionalmente más caros los cortes baratos. La solución final es el descenso del consumo en un 30%, a través de la concienciación y el nudge, e invertir en programas para la reducción del metano y el desarrollo de proteínas alternativas.

 

  • Introducir la obligación de información para grandes empresas de la cadena.

 

Básicamente se trata de obligar a las empresas con más de 250 empleados de la industria, retailers, restauración incluida la rápida, catering, mayoristas y plataformas online a informar anualmente sobre

 

  • Ventas de alimentos y bebidas altos en grasas, sal y azucares,
  • Ventas de proteínas, por tipología (carne, lácteos, pescado, plantas o proteínas alternativas),
  • Ventas de frutas y hortalizas,
  • Ventas de nutrientes esenciales como fibra, grasas saturadas, azúcar y sal,
  • Desperdicio alimentario,
  • Ventas totales de alimentos y bebidas.

Toda esta información se haría pública a través de la web de la Food Standard Agency y serviría no solo para mejor seguir el plan, sino para la acción gubernamental y el seguimiento de los inversores.

 

  • Garantizar pagos a los agricultores hasta al menos 2029 para facilitar la transición al modelo sostenible.

 

El Reino Unido ha mantenido el sistema y los niveles de apoyo que recibían sus agricultores bajo la PAC, a través de lo que han denominado el “periodo transitorio agrícola”.

Ahora se trata de transitar a un modelo que no pague por producir, sino que sea un modelo de “pagos públicos por bienes públicos” que compense la regeneración, la gestión forestal, la prevención de riadas, mejora de los suelos, el bienestar animal y la captura de carbono.   

 

  • Definir estándares mínimos para el comercio y un mecanismo para su protección.

 

El informe reconoce que la imposición de altos estándares de producción para el productor británico debe ir acompañada de instrumentos en frontera para los productos importados, que permitan conseguir un mínimo respeto de su modelo. Estos estándares deben incluir medidas climáticas, medioambientales, éticas y de bienestar animal.

 

La no existencia de estos mínimos implicaría un incentivo a la compra de comida barata que devaluaría el modelo británico, no conseguiría los objetivos propuestos y podría incluso provocar la quiebra del sector en el Reino Unido.

 

La solución pasa por el respeto a la OMC y en el proceso de negociación con terceros, no conceder rebajas arancelarias ni contingentes preferentes a aquellos productos que no cumplan con el core de estándares británicos.

 

  • Invertir mil millones de Libras en innovación para crear un mejor sistema alimentario.

 

La idea es priorizar en la estrategia de innovación de UK todo lo relacionado con la alimentación y el Plan: reformulación, mejores dietas,

mejorar métodos de producción, reducción de proteína animal y promocionar la proteína vegetal local versus la importada, así como

el desarrollo de clusters locales para proteínas alternativas.

 

 

  • Reforzar la política de aprovisionamiento gubernamental para asegurar que el dinero del contribuyente se gasta en alimentación saludable y sostenible.

 

Anualmente el gobierno gasta 2,4 mil millones de Libras en diferentes contratas (hospitales, colegios, cuarteles, …). El sistema debe reformarse para hacer un nuevo modelo obligatorio para todas las instituciones públicas, en línea con el Plan, y de la mano de empresas certificadoras.

 

ESQUEMA GENERAL DE LAS RECOMENDACIONES

 

1 ESCAPAR DEL CICLO DE LA COMIDA BASURA Y PROTEGER EL SISTEMA NACIONAL DE SALUD

  • Impuesto a la sal y el azúcar, reducción del consumo de carne
  • Introducir información obligatoria por parte de las empresas
  • Iniciativa Eat and Learn en los colegios

2 REDUCIR LA DESIGUALDAD BASADA EN LA DIETA

  • Ampliar la elegibilidad de los menús escolares gratis
  • Financiar alimentación en campamentos
  • Extender el programa Healthy Start
  • Programa Community Eat Well

3 HACER EL MEJOR USO DE LA TIERRA

  • Garantizar pagos a los agricultores hasta 2029 para facilitar la transición
  • Crear un Rural Land Use Framework
  • Definer estandares minimos para proteger el modelo

4 CREAR UN CAMBIO A LARGO PLAZO EN LA CULTURA ALIMENTARIA

  • Invertir mil millones de Libras en innovación para un mejor sistema alimentario
  • Crear un sistema de datos de alimentación nacional
  • Mejorar la contratación pública de alimentacion
  • Modificar la legislación a largo plazo con nuevas reglas y mayor control de la Food Standard Agency.